El objetivo de esta prueba es obtener células del feto para poder descartar anomalías
La amniocentesis es una técnica invasiva, una prueba diagnóstica que se realiza durante el embarazo y que tiene como objetivo obtener células del feto con el fin de excluir la presencia de anomalías que puedan afectarle.
Esta prueba se realiza a través de una punción en el abdomen de la mujer embaraza con una aguja muy fina. Con esta jeringa se aspira una pequeña cantidad de líquido amniótico, lo cual no es perjudicial para el desarrollo del feto.
En ocasiones algunos profesionales, dependiendo de la mujer que se someta a la amniocentesis, le aplican una pequela cantidad de anestesia local en la zona pero, en sí la prueba, no es doloreosa.
La amniocentesis sirve para:
- Descartar malformaciones o enfermedades genéticas en el feto, como por ejemplo la trisomía del cromosoma 21 o Síndrome de Down. Normalmente se indica que se realice esta prueba cuando alguno de los padres es portador de algún defecto genérico, cuando otras pruebas de cribado de malformaciones da resultados anormales o cuando en otros embarazos ya hubo alguna alteración cromosómica o malformaciones. La precisión de esta prueba para el diagnóstico de anomalías en los cromosomas es altísima, muy cercana al 100%.
- Determinar si los pulmones del feto están lo suficientemente maduros como para que pueda nacer con seguridad. Esto se hce cuando, por riesgos para la madre, se debe terminar con el embarazo antes de tiempo.
- En embarazos que tienen demasiada cantidad de líquido amniótico se puede usar la amniocentesis para disminuirlo.
- Saber el sexo del bebé.
- Controlar el bienestar del feto por si tiene sensibilización en la sangre.
La amniocentesis se suele realizar entre las 14 y 18 semanas de gestación, si el objetivo es saber si el bebé está preparado para nacer esta prueba se alargará hasta la semana 32 o 36.
El riesgo de aborto espontáneo es más elevado si se realiza esta prueba durante el primer trimestre del embarazo.
¿Qué mujeres pueden realizar esta prueba?
La amniocentesis es una prueba que no está indicada para todas las mujeres embarazadas ya que comporta un pequeño riesgo de aborto (estimado entre el 0,5 y el 1%).
En general, se recomienda cuando existe algún riesgo o circunstancia que indique que el feto puede presentar anomalías.
Es más probable que el especialista recomiende realizar esta prueba a futuras madres de más edad que a las jóvenes, ya que las primeras pueden acarrear embarazos con más riesgo.
Los resultados definitivos de la prueba se conocen pasados, más o menos, 20 días.
Si está pensando en realizar esta prueba pero quiere conocer los posibles riesgos y también todos los beneficios que aporta la amniocentesis, póngase en contacto con la profesional Rosa Darriba, ginecóloga del Centro Ginecológico Lúa. Pida una cita previa y resuelva todas las dudas.
Esta prueba es tan delicada que tiene que rodearse de los mejores profesionales, contacte con el Centro Ginecológico Lúa.